25 DE NOVIEMBRE

25Nov

El asesinato de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, activistas dominicanas que participaron en el combate contra Rafael Leonidas Trujillo, no sólo fue uno de los hechos que precipitó la caída de la sangrienta dictadura militar, sino constituye el símbolo de la actual lucha que cada 25 de noviembre se conmemora.

Están por cumplirse sesenta años desde aquel asesinato de las mariposas, pero la violencia de género persiste en una sociedad estructuralmente machista que justifica los delitos de odio contra la mujer, fabrica su inferioridad y naturaliza la discriminación.

Detrás de las escalofriantes cifras de acoso y abuso sexual, aún se conservan opiniones que responsabilizan a las víctimas. Injustamente para la cultura dominante patriarcal las mujeres son culpables por cómo visten, por dónde caminan, por sus compañías, por cómo se divierten, etc. Es terrible además que los casos de femicidios incrementen, año tras otro, por carencia de políticas públicas que detengan el crimen contra las mujeres.

La institucionalización de la inferioridad es tal que el trabajo reproductivo no es reconocido como actividad productiva, los salarios de las mujeres son menores al de los hombres (a pesar que sus labores sean semejantes), la promoción de mujeres en cargos directivos del sector público y privado es considerablemente menor que las oportunidades que tienen los hombres.

La discriminación es tanta que se las impide decidir sobre su cuerpo, se penaliza el aborto por violación y no contentos con ello la paridad de género, en la elección de las vicealcaldías, fue vulnerada por expresa violencia política.

Es evidente, los contradictores de los derechos de las mujeres son principalmente el Estado y las élites que siguen peyorizando sus derechos y luchas.

Mientras los conservadores las llamen feminazis, el comercio mercantilice sus cuerpos y los machos las violen ellas protestarán; mientras los curuchupas se horroricen al mirar sus torsos desnudos, la represión las encarcele y la iglesia las condene ellas seguirán los senderos de las mariposas.

Las Mirabal inspiran a millones de mujeres latinoamericanas, los levantamientos populares también huelen a su rebeldía. La semilla de la igualdad, sembrada en las fértiles conciencias feministas, pronto será cosechada.

Francisco Escandón Guevara
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BOLIVIA

Bolivia

El prólogo de la insatisfacción popular en Bolivia, más allá del discurso populista del cambio y de reivindicación del poder para los pueblos originarios, es la modernización de la infraestructura productiva y la profundización del modelo de acumulación capitalista que impulsó Evo Morales.

Se trata de un desarrollo extractivista, de exportación de materias primas, que permitió el crecimiento de los monopolios e impulsó la renegociación de la dependencia boliviana, hacia una creciente influencia chino-rusa.

Así maduraron las contradicciones en la sociedad boliviana y las razones de la lucha popular. Ellas se agudizaron luego de que Morales apelara a la Corte Constitucional para lograr su reelección indefinida, a pesar de que en referéndum el pueblo negó esa reforma.

Complementariamente, la emisión de resultados de las elecciones presidenciales fueron controvertidos por un apagón informático y por la parcialización del organismo electoral hacia la candidatura oficialista.

Al parecer Evo no alcanzó los votos suficientes para evitar una segunda vuelta electoral, hubo fraude, y la movilización, originariamente popular, fue subvertida por los intereses desestabilizadores de la burguesía, aliada a la embajada norteamericana, que usaron la violencia reaccionaria para enfrentarse a un gobierno represivo.

Morales desoyó las exigencias de respeto a los sufragios y pronto se vio acorralado por un golpe de Estado que es la suma de policías amotinados, intervención del ejército y agitación de las élites que impusieron un gobierno de facto.

La caída del gobierno de Evo, su actual asilo en México, es la consecuencia de su debilidad política cosechada tras años de asistencialismo autoritario, de dividir organizaciones sociales y de corrupción.

La solución no es el gobierno de Jeanine Áñez, quien ilegalmente se ciñó la banda presidencial para gobernar a nombre de dios y con el dogma de la biblia, pero en el fondo impulsa una ofensiva fascista conducente a las postrimerías de una guerra civil y a la prolongación de la represión que ya cobra dos docenas de vidas.

La salida a esta crisis política reclama de nuevas elecciones y de democratizar la sociedad, independientemente de los intereses caudillescos y de las potencias imperialistas. Bolivia merece un gobierno que rompa con esa lógica del poder.

 

Francisco Escandón Guevara
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EL PAQUETAZO PRESUPUESTARIO

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Al parecer el gobierno de Moreno no aprendió la lección del levantamiento indígena y popular, pues la Proforma Presupuestaria, presentada a la Asamblea Nacional, recalibra la voluntad del régimen para continuar la aplicación de la Carta de Intención firmada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La aparente razón del sometimiento es el déficit, de $6.665 millones, del presupuesto estimado para el 2020. Moreno pretende cubrir ese hueco financiero a través de nueva deuda contratada con organismos crediticios internacionales y con venta de bonos del Estado.

Desde el correísmo la deuda ha crecido exponencialmente, al punto que cada año es mayor el presupuesto destinado para cubrir las obligaciones estatales. En el 2020  serán necesarios más de $5.000 millones para pagar la deuda pública, especialmente la contraída con los organismos multilaterales y por la venta anticipada de petróleo.

En la proforma presupuestaria además se expresa la voluntad de elevar las tarifas de los combustibles, pues se reduce en alrededor de $650 millones las asignaciones para cubrir los subsidios de gas, gasolina y diésel.

En esa línea del recorte del gasto, el gobierno de Moreno continuará con el despido de trabajadores del sector público, se prevé $400 millones menos para salarios. Adicionalmente existe una reducción del porcentaje neto del presupuesto para salud y educación, particularmente a las universidades se entregaría $132 menos que el año 2019.

Otra de las partes de este paquetazo presupuestario es la firme intención de privatizar la hidroeléctrica Sopladora, el Banco del Pacífico y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones, activos por los cuales se pretende recaudar $2000 millones.

No menos importantes son las estimaciones que el régimen tiene con respecto al precio referencial de venta del barril de petróleo, la tasación de $51,30 quizás es irreal si se estima que en el último año descendió la cotización internacional del crudo en más del 5%, por lo que el déficit podría crecer.

Moreno sigue equivocado de rumbo, el FMI no es la salida, el pueblo no debe pagar la crisis que generaron las élites.

Estas políticas motivarán nuevas movilizaciones, la elaboración del presupuesto debió considerar las alternativas económicas planteadas por el Parlamento de los Pueblos.

 

 

Francisco Escandón Guevara

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