SIN PENA, NI GLORIA

Termina el gobierno de Lenin Moreno, atrás quedaron las distancias tomadas con su mentor y la promesa de una cirugía mayor contra la corrupción, esto fue insuficiente para dirigir un país que había retrasado, con mayor endeudamiento, los efectos de una crisis anunciada.

La promesa de una nueva institucionalidad se frustró, la Consulta Popular fue incapaz de purgar a los operadores, estructuras y prácticas correístas. La corrupción está vivita y coleando, el autoritarismo se conserva en el Estado y se reciclan los verdes aduladores de ayer en este y el próximo gobierno.

El camino de retorno al neoliberalismo, que durante la revolución ciudadana se aperturó, fue profundizado por el peor presidente de la historia. Correa firmó el Tratado de Libre Comercio con Europa y Moreno negoció el ingreso a la Alianza del Pacífico, uno y otro perdonaron deudas a los grandes ricos, mientras esquilmaron los ingresos de los trabajadores; el primero promovió la Ley de Alianzas Públicas-Privadas y el sucesor aceleró el período de las privatizaciones, en los dos gobiernos las ganancias de los grupos económicos (incluidos los banqueros) fueron millonarias, en el correísmo se renovó los vínculos con el FMI y Moreno suscribió la Carta de Intención a cambio de más deuda pública.

Es innegable, la suscripción a esas políticas neoliberales y fondomonetaristas son responsables de los altísimos índices de pobreza, desempleo, hambre, desinversión social, etc.

El autoritarismo es también herencia conservada del correísmo. La escalada represiva y de violación a los derechos humanos es innegable, basta recordar los asesinados, contusos, torturados, encarcelados durante el Levantamiento Indígena y Popular. Desde hace más de una década, el aparato de violencia del Estado se perfeccionó para acallar a quienes protesten.

Particular negligencia en la gestión fue la pandemia del coronavirus. Detrás de los repartos de hospitales, del tráfico de influencias en favor de sus amigos y de los negociados en los insumos médicos se esconde la ineptitud para mitigar los contagios y la anarquía en el proceso de vacunación. Moreno es culpable de sesenta mil muertos en exceso, no contabilizados, que murieron por causas vinculadas al COVID.

Por fin se va. Sin pena, ni gloria será juzgado por la historia.

Francisco Escandón Guevara

Email:               fcoescandog@gmail.com

      fescandonguevara@yahoo.com

Blog:                 fescandonguevara.wordpress.com

Twitter:            @PanchoEscandon

Facebook:        https://www.facebook.com/francisco.escandonguevara

EL PACTO

Previo a la posesión del nuevo presidente, Guillermo Lasso, se instalará un nuevo período legislativo que en la sesión inaugural elegirá a sus autoridades y reestructurará las doce comisiones permanentes que constituyen la Asamblea Nacional.

Estas cuotas de poder en el Estado son trascendentes, pues de ellas depende la prioridad en el tratamiento de las leyes, la viabilidad de fiscalización a los funcionarios públicos y otros asuntos legislativos; por eso el interés de captarlas.

Pero ninguno de los partidos, movimientos políticos o bloques parlamentarios, por sí solos, tienen los suficientes asambleístas para imponerse en esa elección. Es evidente la necesidad de acuerdos que permitan alcanzar una mayoría, aunque hay veces que esos compromisos trascienden las funciones del legislativo y se enturbian en actos tramposos.

Ese es el caso del pacto que acaban de celebrar CREO, los socialcristianos, el correísmo camuflado bajo la etiqueta UNES y algunos independientes. Detrás del reparto del Consejo Administrativo de la Legislatura y las comisiones, la dupla Lasso-Nebot logró hacerse de la dirección de la Asamblea que le facilitará aprobar leyes neoliberales exigidas por el Fondo Monetario Internacional; en tanto que el correísmo, al ceder la presidencia y vicepresidencias del Parlamento, alcanzó el compromiso de conformar una Comisión de la Verdad para analizar y juzgar la actuación de jueces y fiscales.

Esta es una maniobra maquiavélica: el fin es imponer las privatizaciones y un eventual paquetazo al pueblo, a cambio de la impunidad para los corruptos. El Ecuador del Encuentro, ofrecido por el banquero, es el país que le tiende la mano al correísmo para perdonar sus delitos, es un acuerdo de gobernabilidad burguesa.

La metida de mano en la justicia, en su versión 2.0., reedita el viejo pacto de la regalada gana otrora acordado por Febres Cordero y Bucaram. En adelante, les será difícil amagar sus aparentes contradicciones irreconciliables, está claro que no tienen reparos en juntarse a la hora de defender sus intereses, es evidente que cogobernaron durante estos catorce años e incluso que pactaron el fraude que dejó fuera de la segunda vuelta a Yaku Pérez.

Son las mismas sucias prácticas de la legislatura anterior. Los beneficiarios son las élites, incluidos los llamados independientes que trafican votos por cargos, mientras los perjudicados son los trabajadores y el pueblo a quienes se les agota la paciencia.

Francisco Escandón Guevara

Email:               fcoescandog@gmail.com

      fescandonguevara@yahoo.com

Blog:                 fescandonguevara.wordpress.com

Twitter:            @PanchoEscandon

Facebook:        https://www.facebook.com/francisco.escandonguevara

COLOMBIA: PARO NACIONAL

América Latina sufre una crisis múltiple que rebasa los límites temporales de la propagación del coronavirus. En realidad, el covid profundizó la crítica situación de la región que mucho antes advertía decrecimiento económico, inestabilidad política y conflictividad social.

Luego de un ciclo de bonanza, mal administrada, por los altos precios de las materias primas, los gobiernos de la región, mayoritariamente neoliberales, asumieron las exigencias del Fondo Monetario Internacional para solucionar los problemas de cada país. Contrario a las promesas, esas políticas de ajuste estandarizadas precarizaron la vida de las clases trabajadoras y concentraron más riqueza en beneficio de las élites.

Colombia no es la excepción, las decisiones asumidas por cada administración la han convertido en el país más inequitativo de Latinoamérica, los reiterados paquetazos decretados por Iván Duque cumplen con esa lógica fondomonetarista.

En este año, la punta de lanza, para reducir el déficit fiscal, fue la ley tributaria que proponía gravar IVA del 19% a los productos de la canasta básica familiar, impuesto a la renta a los asalariados desde USD. 675 mensuales y tasas diferenciadas al consumo de gasolinas, luz eléctrica y gas. Otras reformas: la laboral aún pretende flexibilizar la contratación y el pago de salarios menores al mínimo vital; la de salud, una fiel copia del sistema norteamericano, alienta la privatización del servicio; la de pensiones reduce las mensualidades de los jubilados, etc.

Ese paquetazo desencadenó el rechazo generalizado en Colombia y la protesta masiva no se detiene a pesar de que la reforma tributaria fue retirada del trámite legislativo. La lucha popular es la calificación de las protestas acumuladas en los años precedentes que trascienden hacia posturas políticas, pues cuestionan la violencia represiva del Estado y demandan la renuncia de Duque.

El Paro Nacional amenaza el status quo oligárquico, por eso la represión es brutal: hay ciudades militarizadas, decenas de asesinados y mutilados, cientos de desaparecidos y torturados, casos de violencia sexual, etc. Tanto le temen al pueblo movilizado que, el propio Álvaro Uribe Vélez, el poder tras el poder, exige el libre uso de armas letales para castigar a los manifestantes y hasta descalifica a los organismos internacionales que rechazan la violación estatal de derechos humanos.

Las élites tiemblan, el pueblo se levanta.

Francisco Escandón Guevara

Email:               fcoescandog@gmail.com

      fescandonguevara@yahoo.com

Blog:                 fescandonguevara.wordpress.com

Twitter:            @PanchoEscandon

Facebook:        https://www.facebook.com/francisco.escandonguevara